Las energías renovables en España han sido un sector de referencia para el resto del mundo. Sin embargo, se pasó de disfrutar de una posición privilegiada a un estancamiento que ha llevado a la situación actual. En estos momentos se están haciendo esfuerzos para remontar un segmento económico por el que la marca España era reconocida internacionalmente.
La implantación de un nuevo modelo energético limpio y sostenible se antoja más que necesario. Desde el punto de vita económico es viable y, además, es necesario para mejorar la sociedad y el medio ambiente que nos rodea. Y es que la lucha contra el cambio climático pasa por una producción sostenible más rápida y eficaz.
Asimismo, la Unión Europea ha marcado una serie de objetivos entre los que se encuentra alcanzar la producción del 27 por ciento de la energía con renovables, disminuyendo así en un 40 por ciento las emisiones de CO2 en 2030, en comparación con los niveles de 1990.
Con la necesidad de cumplir las exigencias comunitarias, el Gobierno se ha tenido que poner manos a la obra, ya que el desarrollo de las renovables depende en gran medida de la voluntad política. De ahí las subidas y bajadas experimentadas por el sector en los últimos años. En esta línea, uno de los principales obstáculos para la apuesta por la energía renovable es la falta de seguridad jurídica y que está frenando la transición hacia un modelo más fiable y puntero.
Posición de las energías renovables en España frente al resto del mundo
España comenzó fuerte en el mundo de las renovables, no obstante la situación cambió radicalmente tras el parón de 2012.
En los últimos años, según recoge El País en uno de sus artículos, “ las principales potencias han abrazado las tecnologías renovables para generar electricidad empujadas por la caída de sus costes. Entre 2013 y 2015, la potencia eólica instalada creció más de un 20% en Europa, un 36% en Asia y un 24% en Norteamérica. España, mientras, miraba para otro lado; en ese mismo periodo aquí creció un 0,07%, el equivalente a instalar solo siete aerogeneradores en dos años. Entre 2013 y 2015, la potencia solar fotovoltaica aumentó más de un 15% en Europa, un 58% en Asia y un 52% en Norteamérica. España, el país del sol, miraba para otro lado: en ese mismo periodo la solar enganchada a la red eléctrica creció aquí solo un 0,3%”.
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Fuente: La Vanguardia y El país
Imagen: Pixabay