La formación supone una pieza indisoluble de Villa Flores Martín. Y es que buena parte de nuestros recursos se destinan a ella. No obstante, cuando hablamos de formación no nos referimos tan solo a la que le impartimos a nuestro propio personal, sino también a aquella que desarrollamos específicamente para otras entidades o que tienen lugar en nuestras instalaciones por parte de otras organizaciones y que nos eligen por el correcto acondicionamiento de las mismas.
La formación de nuestro personal se lleva a cabo por cuenta propia de la compañía y de forma periódica para garantizar así la actualización de conocimientos. De esta manera aseguramos un servicio plenamente adaptado a las necesidades del usuario. Intentamos ir un paso por delante, anticipándonos a tu demanda.
En este sentido, la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, en sus artículos 18 y 19, recoge que el empresario debe adoptar las medidas adecuadas para que los trabajadores reciban todas las informaciones necesarias en relación a los riesgos para la seguridad y la salud que supongan sus tareas laborales. Asimismo, el trabajador también tiene que ser conocedor de las medidas y las actividades de protección y prevención aplicables a su labor. Por su parte, el contratante debe garantizar que cada empleado reciba formación teórica y práctica suficiente y adecuada, en materia preventiva, tanto en el momento de su contratación, como en función de los cambios que se vayan produciendo en su puesto de trabajo. Dicha formación deberá ser específica para las acciones que desempeñe y adaptarse a la evaluación de riesgos y procedimientos. A su vez, la formación debe someterse en todo momento a procesos de reciclaje periódicos.
Por todo lo expuesto, en Villa Flores Martín (VFM), a fin de dar riguroso cumplimiento a la normativa y entendiendo la importancia de la formación e información en materia preventiva, como pilar básico de cualquier sistema de gestión de la prevención de riesgos laborales, tiene establecido anualmente un Plan de Formación Específico. Dicho plan estará siempre sujeto a los cambios oportunos para adaptarlo en función de los puestos de trabajo, la adquisición de nuevos equipos o la inclusión de las últimas tecnologías. En definitiva, se adaptará a cualquier cambio que en el sistema productivo se produzca.